A pesar de que abandonamos la residencia aterrados, en Irene y en mí se despertó una extraña curiosidad por saber que había pasado dentro, ¿Qué fue lo que nos alejo de allí y a la vez nos atraía a regresar?
Irene y yo nos hospedamos en casa de un enamorado suyo, el cual no presentó objeción ante la indefinid estadía.Sabiamos que regresar a un lugar de donde huimos por algo inexplicable no iba ser tarea fácil, pero no nos resignábamos a perder ese hogar por algo tan tonto.Armados de valor, volvimos a la vivienda un jueves a las tres de la tarde.Con todo y que no teníamos las llaves, entramos porque para nuestra sorpresa las puertas estaban abiertas.Decidimos revisar con mucha prisa ese lugar de la casa que habíamos cerrado a causa de los extraños ruidos esa noche y cuando quitamos a fuerza la seguridad del cerrojo,pesenciamos algo maravilloso, la respuesta a nuestra pregunta:
Sentado en el suelo se encontraba Jasper, nuestro adorado primo, con el cual sostuvimos una discusión hace 5 años,ya que no quisimos permitirle pasar un fin de semana con nosotros en Chile.Al salir de la casa, segado de la furia, un carro lo atropello.
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