We are who we are:******WoOOomen*****

"Las mujeres están dispuestas a elevarse hasta cumbres de abnegación inaccesibles para los hombres y a hundirse en los abismos del envilecimiento,por asombros de nuestros prejuicios masculinos...Esa especie de superioridad que para el rencor tiene sobre nosotros hace de ellas lo mas interesante de la Humanidad"
By Joseph Conrad!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Un escrito más para el deleite de los demás.


El amor carnal: límite de  la entrega patriótica.

Karla María Féliz Rosa  #17.

Desde el inicio de los tiempos más remotos hasta hoy se ha logrado apreciar como el ser humano ha desarrollado su capacidad de independencia al encontrar múltiples formas de subsistir y/o prolongar su existencia. Así pues lo ha demostrado al producir lo que está más allá de lo natural, todo lo que es capaz de brindarle placer, satisfacción y comodidad; es decir se ha empeñado por  la perfección constante de su calidad de vida. Es evidente que el hombre fue creado para sobrevivir por sí solo; mediante su ingenio, su destreza, su don e inteligencia está apto para existir como pueda. Sin embargo, a pesar de la tecnología, la globalización y del poder del intelecto, el ser humano se ha visto frustrado por la aparición de irrevasables fronteras durante su intento por lograr lo anhelado. Lo que quiere decir que muchas circunstancias o elementos logran ser ese impedimento indeseable o una delimitación que entorpece lo planeado, así como lo es el amor carnal: límite de la entrega patriótica.

A pesar del concepto tan extenso que adopta la palabra “amor”, según la enciclopedia virtual Encarta esta se define como esa fuerte inclinación emocional hacia una o un grupo de personas, y en su sentido mas amplio, hacia un animal u objeto. Es un requisito indispensable para relacionarse con los demás, ya que cualquier ser que aloja este sentimiento en su interior es capaz de entregarse y querer al prójimo sin medida ni condición alguna. Sea cual sea su contexto, el amor es símbolo y sinónimo de entrega, pasión, adoración, frenesí y cariño; y a la vez antónimo del egoísmo, la guerra, el odio y el encono. Esto es lo notable al referirnos a derivaciones como el “amor patriótico” y “amor carnal”, que aún siendo de denotaciones diferentes, son semejantes por la influencia que infunden sobre cualquier persona que los experimenta. Lo dicho anteriormente se debe a que el amor patriótico mantiene vivo ese vínculo afectivo entre la tierra natal o adoptiva de un personaje y el amor carnal despierta la necesidad de unión amorosa entre dos personas de diferentes sexos sea cual sea la circunstancia.

Ahora bien, la patria o ese territorio natal en donde un ser humano suele nacer, como otras cosas es amada, extrañada y defendida por aquellos que sinceramente se sienten vinculados a ella. La conexión emotiva del individuo y la defensa constante de ese espacio geográfico al que se se siente atado, -sin mencionar su vehemente deseo de bienestar y progreso- , son las características y singularidades principales de un ser amante a su nación. Dicho más concretamente, una persona patriota promulga acciones que sirven para mostrar el amor que tiene hacia su país y ve el patriotismo como un valor que los demás deben albergar en su círculo de cualidades. Este tipo de personas justifican este cariño a su tierra natal al desplegar su bandera o insignia nacional, al cantar el himno o al defender y apoyar al país al que corresponde por uno o más medios. Otro ejemplo mas extremo es el de morir en enfrentamientos bélicos junto a grupos humanos de un mismo ámbito geográfico y espacial o hasta matar a terceros que han ofendido y vulnerabilizado lo que se siente como patria.

Aunque ser patriota es una actitud honorable y parezca fácil de mantener, es sumamente complicada ya que suele separarte de la sociedad que no pertenece a tu cultura, además que se es susceptible a ser moldeado por el pensamiento trivial de los demás. Es este último aspecto –“El pensamiento trivial de los demás”- que acarrea problemáticas como la traición a tu nación o a la nación de los que un día amaste y te sentiste atado, creando una situación que poco a poco ocasiona la fatalidad. Este tipo de circunstancias en singular se aprecia en un escrito literario llamado Gaspar Ruíz, creado por el polaco Joseph Conrad, en el cual se plasma la vida de un soldado que por amor irónico a su patria y amor a la carne cayó ciegamente en manos de la muerte. Pues su protagonista de nombre Gaspar Ruíz, siendo defensor de su patria se enamora de una mujer que pertenecía a un territorio que por razones políticas era adverso al de él, lo que aflora inexplicablemente un límite a la hora de abogar y sostener la protección de su suelo natal. La posición contraria que toma este personaje con respecto a su antiguo sentimiento patriótico es la que lo lleva a la autodestrucción, por  miedo a no perder la criatura vengativa de la cual se había apasionado.

En resumidas cuentas, de esta forma se ve lo difícil que es para el ser humano llevar a cabo sus objetivos cuando disposiciones propias de nuestra naturaleza preparan para un fracaso. Es penoso, por ejemplo, ser patriota cuando te ves restringido por cuestiones como la nacionalidad a la que pertenecen tus seres queridos, por los que sientes un profundo amor carnal del que no te puedes separar. El no saber o mejor dicho el no poder apartar este elemento intrínseco de nuestra esencia, ocasiona  inconscientemente la autodestrucción, que en obras como Gaspar Ruíz y quizás en la realidad esta encubierta de algo tan sutil como el amor. Evidentemente la inclinación emocional de una persona hacia otra o hacia algo nos conduce a cometer acciones que a nuestro pensar no perjudiquen al que amamos, sin importarnos si ejecutamos o no actos de traición. Es por esta razón, que el hombre patriota que  traiciona a su país por unirse a su objeto de deseo, -aún siendo este adversario de sus pensamientos patrióticos-, se destina a fracasar en su gesta heroica y automáticamente se identifica el amor carnal como límite de su entrega patriótica.

domingo, 1 de mayo de 2011

Voz del alma: Poemas que son la expresión de mi interior.


Papi o mami

Mi mami, mi papi,
Mis escultores de manos milagrosas,
De los que nació ese soplo de vida,
Que me hizo existir.

Mi  mami, mi papi,
Los que pintan con regaños y halagos el cuadro de mi existencia,
Los que han vestido con formación mi persona.

Mi mami, mi papi,
Mi supermercado, mi banco,
La tienda en donde compro mis alegrías,
La alcancía que ahorra mis errores.

Mi mami, mi papi,
La cámara que captó mi crecer,
El video que reproduce lo que debo hacer,
Todo lo que quiero ser,
Mi mami ,mi papi.

Objetos de uso diario.

El papel,
De forma cuadrada,
De ese color blanquecino que se deja dominar,
De sabor insignificante,
De utilidad importante,
De olor a nada,
Y textura suave.

Ese que plasma mis ideas,
Que abraza mis pensamientos,
Y navega por el mundo,
Humedeciendo de mí a los demás.
  
Mi rincón preferido.

Mi habitación,
Mi ciudad paraíso,
Mi país de las maravillas,
Mi jardín de la felicidad.

Su oscuridad me abriga en el ruido,
Su iluminación me anima en la tristeza,
Es el lugar que necesitare toda mi vida,
Hasta que la inmortal muerte me sorprenda.

Eres importante para mí.

Me enamora tu manera de vivir,
Tus ojos de gatito añoñado y complacido,
Tu piel con matiz de papel,
Tus palabras,
Esas que adornan con frialdad el libro de mi existencia,
Adoro tu inseguridad,
Esa que hace sufrir,
Que engrandece este tonto e insistente sentimiento,
Tu compañía incondicional,
La que quiero lejos de mí sin condición alguna,
Odio quererte sin medida,
Odio este mareo,
Por las vueltas que das aquí dentro.
Pero amo tenerte en mi vida,
Amo ese trivial día,
En el que por vez primera te ví,
Y en el que nunca imaginé,
Que serías tan importante para mí.